Tras la
lectura de los dos artículos propuestos las ideas clave que he obtenido de
ellos o conclusiones a las que llego son entre otras las siguientes:
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El estudio científico del autismo es muy importante pero de nada sirve
si no se traduce en mejores prácticas en contextos reales del día a día en las
aulas, centrado en el apoyo y calidad y calidez humano a las personas con
autismo y sus familias.
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La educación debe ser el proceso que prepare a la persona como
ciudadano con derechos, participación social y pertenencia al grupo,
promoviendo constantemente la mejora de su calidad de vida, sean o no alumnos
con discapacidad.
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Las políticas sociales, sanitarias y profesionales, deben trabajar
todos a una, de forma conjunta para que se de una real inclusión.
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Toda persona puede progresar si se le ofrece el apoyo adecuado para
hacerlo.
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Se debe potenciar la participación real de todos los integrantes de la
comunidad educativa.
De estas
pequeñas pinceladas, aporto desde mi propia reflexión que a lo que todo ello
conduce es al concepto de escuela INCLUSIVA, es decir a comprometerse a tratar
en base a unos valores y estrategias
reflexivas como resultado del consenso y diálogo entre toda la comunidad
educativa: familias, estudiantes, equipo directivo… y que estos valores como la
equidad, honestidad, participación, respeto por la diversidad… ayuden a que
realmente en las aulas todos los alumnos sumen,
eso sí, no dando una educación igual para todos, si no una educación
ajustada a lo que cada niño necesite.
En base
a esto que expongo he buscado información relativa a la inclusividad y la escuela inclusiva que espero que os
aporte en vuestro aprendizaje:
Guía
para la educación inclusiva en versión pdf:
10
ideas para trabajar la inclusividad en nuestras aulas:
Guía de
buenas prácticas de educación inclusiva:
